lunes, 25 de junio de 2012

Celos

Siento celos de tu boca cuando toca la mia, siento celos de mis labios por poder corromperte,
Tengo frio en tus brazos, son los miedos que me das cada vez que te vas sin decir adiós,
Quiero una promesa sincera que me diga que me amas como ayer cuando sonreías al verme,
Tengo frio al pensar en ti, tengo miedo y celos de mi cuerpo que siente que te perdió.

Nuestras manos ya no se enlazan como antes, ya no siento tus jadeos  fuertes sobre mi cuello,
Hace muchas lunas que no hacemos el amor bajo las sabanas, días cálidos de sexo constante,
No me besas ya bajo la nuca ni me lloras extasiado de dolor, las noches de lujuria y ensueño,
Tus vellos lacios rozando los míos, la locura mutua que dejaba nuestros corazones palpitantes.

Siento celos de tus ojos al mirar otros cabellos, siento celos de tu sexo tan solitario sin mí,
Tengo frio de la lluvia inagotable en mi corazón, mis manos lloran por las tuyas cada vez más,
Quiero una tormenta de agonía, el drama nuestro que me hacía sentir que solo eras para mí,
Dame nuevamente tu corazón y déjame sentir  que este dolor y pena por ti están demás.

A veces te veo en mi cama y te toco inmóvil, mis lágrimas solo mi almohada sintió su sabor,
Aun no duermo del dolor que me causa tu recuerdo y tu dulce voz susurrante en mi ser,
Confundimos los días con las noches y así vivimos sin dejar de ser el miedo por el dolor.
Tengo miedo por tu regreso, aun no te olvido.
Tengo celos de tu vida, porque mía ya no es.


sábado, 10 de marzo de 2012

Una carta a mi novio


Recuerdas cuando abrazados el uno del otro jugábamos debajo de las sabanas?
El calor de tu boca con la mía, tu piel rosada, nuestros labios jadeantes de amor,
Las noches que parecían minutos incandescentes, como si el tiempo se detuviese,
Ahí estabas tú, con una sonrisa, sudando todo el amor que no pudiste darme ayer.

No sé si recuerdas que me dijiste un “te amo” y yo te correspondí con un beso,
Cuando lo arriesgamos todo para viajar y  vivir juntos, lejos de nuestro hogar,
Alimentándonos solo de nuestro amor, de nuestros besos y caricias mutuas,
Recuerdo cuando recostado no podías dejar de abrazarme por miedo a perderme.

No me odies por haber sido todo en tu vida, tu lograste llenar el vacío en mi ser,
No maldigas esas tardes que pasábamos juntos en tu terraza tomados de las manos,
Esas madrugadas taciturnas, bebiendo pisco con tu primo, riendo sin parar,
Recuerdas los plenilunios cuando hacíamos el amor en tu techo a la luz de la luna?

Bastaba una llamada tuya, un mensaje tuyo para animar los oscuros días de trabajo,
Sacar a pasear a tu perro todas las mañanas, inventando excusas para vernos a escondidas,
tu obsesión por el juego, mi obsesión con tu cuerpo, con tu ánima destrozada por el ayer,
y esas cosas que solo tú y yo éramos capaces de vivir por aquellos años maravillosos…

Lloro tu pena y la pérdida de tu engaño, sufro tus besos que aun en mi corazón guardo,
Donde alguna vez te sentí en mi cama susurrarme al oído versos de amor infinito,
Donde ahora solo siento el hedor de la soledad que penetra mis poros ya desganados,
Aun te espera esa rosa que dejaste en mi casa, la tengo aquí guardada, esperando tu regreso.


sábado, 18 de febrero de 2012

Las cigarras

Esa noche, en algún momento, mientras me retorcía de dolor y placer en tus brazos, mientras me perdía en tus besos y tus caricias, esa noche...

Aun destello sembríos de ánimas dulces que me llevan a tu lado,
suspirando tus éxitos y mis alegrías en tu pecho acurrucado,
el tono sepia de esas noches que adormecían, tu mirada fija en la mía,
y todos los sueños que escribimos enamorados aquellos días.

Aun de noche me cuesta trabajo pensar que abunda oscuridad,
ilumina mi vida aun el karma de tus sonrisas, la luz de tu beldad,
esas rabias olvidadas, el futuro que un día juramos nuestro,
cuando las cigarras no lloraban y tus labios no olvidaban mis besos.

Entonces los peldaños de tu alma eran pasos que solo yo recorría,
y tu sexo con el mio cantaban todas las noches en dulce armonía,
mientras los niños dormían, las damas reían y los hombres lloraban,
mientras las niñas rezaban, tu y yo, juntos, nuestras almas se amaban.


¿Dónde quedaron las cartas que me escribiste?
¿Donde está aquel niño que conocí en verano?
¿Donde quedó esa mirada tuya engañosa y triste?

Se extraviaron con mi pena, con tus versos y tu llanto.

Esa noche de invierno, esa noche a tu lado, en algún momento, entre risas y pláticas olvidé lo que era el sentimiento verdadero... cometimos el error de pensar que tu y yo podríamos ser enamorados.


martes, 14 de febrero de 2012

Egocentrismo psicosexual


Hola, he estado viviendo estos últimos meses en la absoluta indiferencia por aquello que puede ser real o imaginario, he despertado soñando olvidos de lágrimas que no existen por la frustración de la tristeza inanidable en mí.

Analizando perfiles, dibujando pergaminos, escribiendo ensayos de una vida que podría ser la de un dios innegable a la vida de los paganos que sutilmente llamamos mortales.
He pasado mis noches rogándole a la depresión que me brinde un poco de su llanto para así poder entender la pena de lo que es perder un amor.

Me emborraché con el estrés de lo nuevo, bebí de la ignorancia de los hombres y me cegué con su aroma de tristeza, el muy absurdo y descriptible apego al pasado que los caracteriza, me he inundado de sus predecibles verdades.

Donde guardan el olvido y abandonan el futuro por una mediocre idea de felicidad, donde su subconsciente solo se burla de ellos, entrelazado estoy con sus almas crudas y sus risas fingidas, casi satánicas.

Vivo las historias de ellos, los que me conocen, habiendo abandonado ya la felicidad a cambio de un poco de tristeza, aun así no logro conseguir esa espina que necesita mi corazón para que pueda sentirse nuevamente humano y pueda volver a creer, soñar, sentir, llorar, a sentirse como un patético esclavo del pasado con temor al futuro… como ellos.

Pretender un “te amo” para esperar un eventual “basta” que termine con todas esas ilusiones comunes en la desesperación de un “vivir”, comentar tal vez un “te quiero” y tratar de recibir un “me asusta” para luego decepcionarse de las buenas sensaciones e invadir el ánima con flores marchitas, dignas de un alma hecha pedazos.

Dar a luz esos más oscuros secretos tuyos, creer que el que lo sabe es el indicado y que un día cualquiera pueda destrozarte el corazón, pretender que “ese” te importa mucho… o algo.
Aun viviendo mentiras, las estrías del alma no brotan tal cual deberían, los espigos de nuestro jardín esperan florecer por la normalidad y maldad de las noches, nuestros cuerpos abrazados, aun sudados por el sol no lograran dejar de sentirse el uno al otro aunque nos separemos y dejemos de existir.

Esa existencia mía, tuya, vuestra y nuevamente mía, las experiencias que nos caracterizan y nos van asesinando día y noche como al resto del mundo, ese paradigma que de armonía se alimenta y de inteligencia se libera.

Hola, he cometido el error de planear historias tristes, espero con ansias poder anhelar más felicidad de la que ya poseo y dejar de lamentarme por la falta de ecuanimidad intrínseca de esta ánima ya menguada.



miércoles, 18 de enero de 2012

Una carta, un adiós

Es tan triste saber que no estas, el absurdo de la vida, la felicidad que causa el dolor, los sentimientos humanos con los cuales lidio, la intransigencia al amor, la intolerancia de la vida, el fanatismo hacia el odio, la desdicha del perdón.

Me veo tan cerca pero a la vez estoy tan lejos, tan lejos de mi, tan lejos de ti, trato de escapar de un abismo que yo mismo cree, talvez tu también, es decir yo.
Me veo rodeado y a la vez tan solo, creando mundos aparte tal como tu te enseñaste y yo me enseñé, no supimos vivir, a veces quisiera volver al pasado a enmendar los errores que cometí, procuro olvidar y recordar los buenos tiempos que pasamos, tantas cartas que no te pude dar, tantas cosas que no te pude decir, talvez mas te amos eran necesarios, quizá mas te quieros, tratar de estar mas cerca los últimos días, crear mas poesías, mas hojas con historias que relaten de nuestras vidas, no la de aquellos, tu me entiendes.
Recorro, recorremos un mismo borde, tratando de no caernos, tratando de saber que es lo correcto y que esta mal, pero ambos sabemos que a pesar de todo la debilidad no separará los lazos oscuros de nuestro gran cariño.

Bueno, el futuro no esta escrito del todo, uno lo puede cambiar, yo quiero escribir lo bueno que puede ser el destino de ambos, cada uno con sus cosas, y al final encontrarnos y decir hola otra vez, saludarnos, acordarnos de todo, talvez unas lagrimas no caerían mal, un par de risas, carcajadas recordando todo y a la vez nada, miradas de alegría, contar nuestras vidas, ver nuestro alrededor y enumerar circunstancias de crecimiento y evolución hacia lo que seremos. ¿Seremos mucho o poco?
A mi mirada serás mucho, aunque talvez no me recuerdes o talvez tengas cosas mas importantes, supongo que por naturaleza (cruel e injusta) logres olvidarme, pero siempre te tendré aquí, al menos eso espero.
Solo quiero que seas feliz a tu manera, no te pido que me recuerdes, eso depende de ti, yo solo quiero que te cuides y mantengas ese rostro que un día vi y el que sé que nunca volveré a ver.






miércoles, 16 de noviembre de 2011

De esas noches


De esas noches que piensas en dejarlo todo como planeas desde un tiempo.

De esas noches que solo esperas que alguien proclame por que no te vayas, una simple frase que te diga: quédate. Unas palabras egoísta que solo piensen en tu felicidad más que en un futuro comúnmente correcto.

De esas noches que te sientes payaso blanco atormentado por augusto, de esas que te das cuenta que lo más próximo a lo ideal está en esos gritos de destierro.

De esos días que temes con todo tu corazón abandonar tu mundo, sabiendo que has destruido el mundo de los de en rededor, si tan solo pudieras sentir algunos golpes, los insultos, toda la destrucción que causaste a esas pobres almas contra ti.

De esas noches que eres incapaz de dejar la ciudad sin haber sentido todo el dolor que los demás sintieron por ti, esperando que el tiempo los cure, cayendo en una falacia, propia de la ilusión entelequial. De esas noches que te das cuenta que no eres necesario y que debes dejar de posponer el adiós.

De esas noches que miras con ojos de fe...


domingo, 30 de octubre de 2011

Tristeza Ajena

A veces preferiría escribir en otro idioma para que la gente no indicada no pueda entender estos versos de hondananza corazonal.

Cuando resulta que llegas a la paz máxima, entonces el pasado vuelve a ti en soslayo, y te comunica con personas que no debiste haber contactado, individuos que de alguna manera te hacen dudar si lo que hiciste estuvo correcto o si de alguna manera fue el peor error de toda tu vida.

Los errores absolutos no existen, y solo me queda aceptar esa conjetura, pues si no la abrigo en mi mente no podría seguir con todo este paripé que tranquilamente he llamado vida durante aproximadamente 2 años, una vida tan normal como la tuya o como la mia, donde pasas desapercibido, donde nadie conoce de aquello casi inhumano que hiciste, donde tus actuales amigos ven lo bueno que eres, y no ven el pasado asesino que por desgracia tuviste... como dirían muchos el hijo de puta que fuiste.

Donde escuchas relatos de gente paranoica, de hombres que viven su vida creyendo ser especiales, creyendo tener problemas importantes en su vida, cosas de pareja y de pensamientos "perturbantes". Aquellos que te cuentan historias que no se acercan en lo más minino a aquello que tu experimentaste. A veces quisieras exclamar al viento y/o gritarles en sus caras todo aquello que tu conoces, y que todas sus experiencias se quedan cortas al lado tuyo... a veces te preguntas: ¿Acaso eso es digno de mencionar o de admirar?

Y te quedas escuchando a esas personas, sus problemas de vida y de pareja, vez sus rostros crédulos de especialidad, que por que creen estar muertos o tristes cuando no saben lo que verdaderamente significan esas palabras.

Y cuando estuviste muerto y triste, entonces sabrías lo que es sentir ese aliento gélido en tu corazón... de alguna manera yo no estoy muerto ni estoy triste, y con mucha pena escribo que este ensayo no tiene sentido, pues vivo estoy y de penas mi corazón no se consume.