sábado, 24 de julio de 2010

Su madre era actriz porno


Su madre era actriz porno, y yo era su amigo.

En todo caso la amistad comenzò por aquellas memorias, para variar tenìa que estar en el lugar no adecuado con la persona equivocada, y para hacerlo aùn màs tràgico, tuve que hacer una promesa de la cual me arrepentirìa poco despuès.

Era un dia cualquiera, pues el dìa nunca acababa, nunca anochecìa, los dìas oscuras ya habìan pasado de temporada, el centro de la ciudad ya era normal, con su arrecife en el centro y los demàs usuarios jugando alrededor, en el mayor de los casos socializando... en este grupo estaba yo, en ese dìa conocì la historia del hombre de los ojos tristes.

La tarde estaba muy patente para entonces, y decidì relegarme a la dehesa inmensa de futbol. En efecto habia mucha gente en ese entonces, mis amigos estaban en lo suyo, por lo tanto solo me quedaba mirar y esperar mi turno, recuerdo que eran 14 en la fila, yo ya habia reservado mi espacio, hipnotizado por la pantalla gigante que habia delante notè como dos personas conversaban de lo màs divertido y haciendo unos alaridos un poco fuertes.

Eres muy divertido, me hacer reìr - le decìa una chica a un chico.
Ja!, tu tambien lo eres, me caes bien - respondiò el chico.
Yo tambièn se el lenguaje de los signos, dije yo con algo de molestia, al parecer esa jugada me marcaria de por vida. Sus nombres eran Megan y Alex respectivamente, no se que es de la vida de Megan, pero lo unico que recuerdo es que ella hablaba español.

En la conversaciòn llegò Andrei, entonces no tuvo mas que incorporarse a las personas con las que estaba conversando (demàs està decir que jamas me ha gustado que mis amigos conversen con gente desconocida). Al final todo resultò en barullo y joda, Megan se retirò primero, y nos quedamos los 3: Alex, Andrei y yo, los futuros 3 mosqueteros, los quijotes de la historia, los pescadores de chicas.

Ya era tarde y nos alejamos del campo, veiamos a los demàs jugar tal cual hormigas sobre una enorme pista verde. Morìa de hambre, al igual que ellos, asi que planeaba decir adios para regresar a casa a disfrutar de un poco de comida... pero Alex estaba preocupado, se notaba en su semblante, ojos tristes como la noche de luna llena que siempre admiro, ojos que no lloran pero que sufren, aquel ànima que influenciado por su humanidad es incapaz de decir lo que realmente siente.

En todo caso, la historia que pensaba relatar es muy larga, pero solo me quedo satisfecho diciendo que encontrè en èl a mi mejor amigo, con 20 años de antiguedad, sin darme cuenta, en vez de haber pescado alguna chica, encontrè a un amigo, una envidiable persona que desplaza por sobre todo a la escoria de personas que estoy acostumbrada a conocer. Los hermanos de los ojos tristes nos llaman, el payaso blanco y el augusto, el torpe y el màs torpe... yo hubiera dicho: el sabio y el màs sabio.

viernes, 23 de julio de 2010

Superaràs el Dolor


Què era lo que realmente perdì aquel dìa,

hace mucho que lo olvidè.

Dos personas desaparecen poco a poco al atardecer

pero aun asì, nosotros estabamos ahì sin poder volver.


En algun lugar hay un fragil corazòn que parece romperse

que en firmes palabras esta escudàndose,

escudàndose.


Adiòs a pesar de no haber podido vernos

seguiremos adelante.

Aunque estès en tu vacìo mundo, corre

porque algùn dìa tambien superaras el dolor,

lo superaràs.