
Lo que los sicòlogos llaman trastorno de personalidad mùltiple.
Estaban Èl y su niña recorriendo las calles de ese mundo imaginario, nadie sabia de donde era la niña, ni siquiera Èl, ¿serìa adoptada talvez, o quiza simplemente se habian encontrado?. Ellos seguìan un sendero que curiosamente la gente no se atrevia a recorrer, ella lo guiaba, y cada paso que daban era una làgrima que caia de este personaje desconocido. Èl solo querìa protegerla, a pesar de sus làgrimas, era aun capaz de ver el camino que lo conducia hasta su destino.
-¿Hacia donde tenemos que ir?- preguntò Èl, y la niña no respondìa, solo se aferraba de su mano y lo jalaba suavemente siguiendo ese sendero aun desconocido por mi, por el mundo.
- Tengo sed, necesito tomar un poco de agua por favor - entonces, vio salir a un tipo de edad media, pelo corto y con semblante de tener pocos amigos. A pesar de ello, Èl se atreviò a pedirle un poco de agua.